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El gesto que salvó al mundo (Y una recetilla de bacalao)

                                                                                                     

Todo el mundo sabe, que cuando un bebé sonríe por primera vez, nace un hada. Y es que las hadas son famosas, coquetas, les encanta estar siempre ahí, en candelero. Sin embargo, no todos saben, que cuando es un bebé especial el que sonríe por primera vez, su sonrisa además de crear un hada, pone nombre a un gesto y eso, es muy, pero que muy importante, porque los gestos, esos actos que no aparentan su importancia, van saltarines por ahí, de un lado a otro, a lo suyo, hasta que adquieren un nombre y entonces y sólo entonces, son llamados a ser, haciendo grandes cosas que incluso llegan a cambiar el rumbo de la humanidad.

Esta es la historia de un gesto, que como todos los gestos, era un diminuto ser que habitaba en los bosques, oculto bajo el manto de todo tipo de hierbas, hojas secas, ramas y frutos de los más diversos y raros que os podáis imaginar. Nadie lo veía habitualmente, a excepción de algunos gnomos del bosque que debido a su poca altura, unos 40 o 50 centímetros, están siempre más pendientes de lo que vive por allí abajo.

Gesto era redondito, sin esquinas ni rincones y a decir verdad, tan, tan pequeño, que es que ni las esquinas ni rincones le hubieran cabido de haberlas tenido. Pero ser redondito y tan pequeño, le daba por otra parte, una gran facilidad de movimiento, allá donde él quería, podía estar en un periquete, con una fuerza que le impulsaba desde dentro, como impulsa la vida hacia el cielo cuando eclosiona una semilla.
Así es como se movía este gesto por entre aquellos restos vegetales que todo el mundo pisaba. Y de aquí para allá, tan libre todo el tiempo, podía hacer como se suele decir, lo que se le antojaba.

Pero leed con atención este cuento, que lo que quiere contar, que para eso es un cuento, es una historia concreta que pasó un día en la vida de Gesto, un día que fue decisivo para la humanidad y mirad si no y juzgad, lo que en ese día sucedió.

Había llegado el mundo a un punto muy, muy delicado: el mundo tenía una espina clavada en el corazón, que le hacía rodar desenfrenado. Y rodando, rodando, había llegado hasta el final, cuando todo se empieza a acabar, una enorme pared tras la cual, ya no hay mundo. Allí estaba apretujado contra esa pared, pidiendo socorro a gritos, cuando pasado mucho tiempo, empezaron los hombres a oírle. Y no es que lo oyeron y se pusieron enseguida a ayudarlo, no, primero se preguntaron que qué le pasaría al mundo que  se quejaba. Más tarde, cuchichearon entre ellos, los hombres, todos los hombres, especulando sobre qué cosa le pasaba y por qué aquellos gritos tan lastimeros.
Se acercaron con cuidado y comprobaron que el mundo tenía una espina clavada en su corazón. Finalmente, algunos de los más avezados, propusieron un plan para que el mundo dejara de gritar: le taparían la boca.
Aquello era inmoral, pensaron otros ¿Cómo le vamos a tapar la boca? Es mejor que le ayudemos y le saquemos esa enorme espina.
¡No!- dijo uno de los que más mandaban en el mundo, que además de un poco sordo, era algo bobalicón: ¡Mamarrachadas! el mundo es que últimamente se ha vuelto quejica, eso es todo.
Que no, que no, -dijo otro-, que los científicos dicen que esa espina lo puede matar, que le duele mucho y que se ha ido hasta la pared del fin del mundo y que si no lo ayudamos, que se muere.

¡¡Me mueeeeero!!! ¡¡¡Me mueeeero!!! -Gritaba el mundo mientras tanto.

El bobalicón respondió con desprecio que no se creía nada y que de todas formas, si fuera cierto y el mundo se muriera, que nos iríamos a otro mundo.

¡Eso ni pensarlo! -Respondió en un potente grito desde la lejanía “Otro Mundo”.  Después de ver cómo tratáis a vuestro pobre mundo, ni lo sueñes que yo os permita venir a molestarme a mí.

¡¡Me mueeeero!!! ¡¡¡Me mueeeeero!!! –Seguía gritando el mundo.

Tanto fue el griterío y la incomodidad que creaba a los hombres, que bueno, por fin se reunieron y empezaron a discutir sobre si serían las emisiones de gas o los residuos tóxicos, si el incontrolado vertido indiscriminado o quizás las guerras en tantos lugares, o el hambre de muchos niños, en fin, todas esas cosas que en el dossier de la vida, se llamaban “espina”. 
Y mientras se discutía y se legislaba, y se ponían o no de acuerdo unos y otros, el grito del mundo llegó a Gesto.
¿Qué sucede al mundo? Preguntó Gesto a un sabio gnomo con quien solía jugar al ajedrez de vez en cuando.
-El mundo se muere y los hombres están pensando si le ayudan o no, como si eso no fuera con ellos.
-¿Se muere el mundo?
-Si, se muere, tu mismo escuchas los gritos del pobrecito día y noche sin descanso. Tiene una espina clavada y nadie afronta que hay que quitársela.
-¿Y por qué no le ayudamos nosotros?
-¿Nosotros? ¿Los seres diminutos de la tierra?
-Sí, claro ¿Por qué no? ¿Por qué esperar a que esos grandullones con cerebro de alcornoque se pongan en marcha? A juzgar por las voces del pobre mundo, no es que pueda esperar mucho más.
El gnomo se tocó la barbilla con la mano derecha pensando con mucha concentración. Luego, comenzó a menear la cabeza de un lado a otro sin decir ni media palabra. Gesto lo observaba como esperando una respuesta, pero al ver que el gnomo no iba a contestarle nada más, pues se le veía claramente abstraído en sus pensamientos, decidió marcharse.

Zsssssiuu rodaba Gesto veloz como era hábito en él. Se cobijó bajo la corteza de un árbol y por un momento quietecito allí se puso a trazar su propio plan.

La palabra “Gesto” -le había dicho un anciano búho que como casi todos los búhos era maestro- significa un acto que sale del corazón, por eso es que los gestos no siguen el trámite de la semillita y bla, bla, bla, que siguen los nacimientos de los humanos y hasta de los gnomos, no, los gestos surgen así, del corazón, del instinto.

Gesto lo vio muy claro, como ellos salían del corazón, conocían muy bien el camino hacia el corazón, luego si conseguía reunir a muchos gestos como él, podrían en expedición, ir hasta el corazón del mundo y allí, sacar aquella espina que lo mataba.

Pero ¡Ah! Que un impedimento, tienen los gestos y es que hasta que no adquieren un nombre, no pueden acometer grandes hazañas, que por otra parte, es lo que más les gusta hacer a los gestos. Así pues, Gesto desesperado se fue a La Casa de los Nombres, en donde los gestos esperan, todos ahí, en fila, el turno, para que les sea adjudicado un nombre.

Pasaron los días y un gesto tras otro, iban adquiriendo sus nombres. Si un niño especial sonreía, porque su mamá le hacía cosquillitas, su nombre se le daba a un gesto: Salvador…Y otra niña más sonreía, y… Rocío… luego Bruno, Santino, Constanza, Matías… Hasta que llegó a sonreír Óscar y a nuestro protagonista le fue dado su nombre.

Contento con su pergamino, en donde venía registrado tan importante hecho, Gesto Óscar se fue saltarín hasta un claro en el bosque y allí, como tenía alma de líder, congregó a todos los gestos del mundo. ¿Que cómo lo hizo? ¡Ah! Es que olvidaba deciros que los gestos, tienen un sonido especial que nadie excepto ellos, son capaces de escuchar, que cuando lo emiten, recorre como un temblor toda la tierra. Esto y que son tan sumamente rápidos, hizo que en un momentito, estuvieran en el claro del bosque, todos los gestos del mundo.
Gesto Óscar explicó claramente lo que pasaba y fue muy fácil, porque como todos ya habían oído al mundo quejarse, ya sabían lo que estaba ocurriendo.

Pues bien, sin más demora, todos juntos y uno encima de otro, hicieron una grande, grande torre que llegó en un santiamén hasta el corazón del mundo. Dicen que los primeros, recorrían oscuros caminos del interior de La Tierra, mientras los que les seguían, empujaban para que les llegara bien la fuerza, así gesto tras gesto, consiguieron sacar la espina horrible que traspasaba el corazón del mundo y hecho esto, lo trajeron p´acá, lejos de la pared del final y dicen que eso lo volvió un mundo feliz y sonriente, dando frutos, siendo la casita de todos los animales, emanando ríos y manantiales limpios que ayudaron a los ciclos vitales, siendo como siempre había sido, un mundo muy sano.

Todo eso pasó, como comprenderéis, gracias a la sonrisa de los niños especiales, que dieron nombre a los gestos. De ese modo, los gestos, como los hombres corrientes, pudieron lograr hazañas.

Y colorín colorado, este cuento, se ha acabado.

¡Muchíiiisimas gracias, niños especiales!

…..

Y ahora… Bacalao con aguacate.




Se trata de una receta facilísima, nutritiva, rica, blandita y suave para que puedan comerla todos los niños que necesitan cuidados especiales. Porque con esta receta, quiero participar en el concurso que Marcela, del blog foodtravelandwine ha organizado para ayudar a un colectivo simpático de: mamás y cocineras especiales todas ellas, madres de niños que requieren cuidados especiales. El logo del concurso es este: 






Y bueno, vamos con la receta, que con algunos ajustes, procede del libro “Tapas” de Parragón.

Los ingredientes son:

Dos trozos de bacalao desalado
Un aguacate
Aceite de oliva virgen extra
Una cebolla
Un diente de ajo
Un limón
4 cucharadas de nata (podría ser de soja)
Sal y Pimienta




Lo primero que hacemos es cortar la cebolla en brunoise y freírla junto con el ajo laminado, en unas cucharadas de aceite.



Mientras tanto, desmigamos el bacalao, cuidando que no tengamos ninguna espina ni huesecillo. Lo mejor es hacerlo con los dedos.


Cuando la cebolla esté transparente, añadimos el bacalao a la sartén y le damos unas cuantas vueltas.



Ahora partimos con cuidado el aguacate, vaciando la carne y reservando la cáscara.


Rociamos con zumo de limón el aguacate y con ayuda de un tenedor, lo trituramos muy bien.


En la sartén, tendremos el bacalao en su punto, para salpimentar a nuestro gusto. Y entonces, añadimos la nata y el aguacate.


Removemos bien y si lo deseamos, en estos momentos podemos poner una cucharada de jerez. En este caso, no le puse, así que sin más, una vez mezclado, lo ponemos en moldes apropiados para el horno.


Y horneamos durante 10 o 15 minutos, hasta que veamos que la superficie del preparado se ha dorado.


Otra opción muy atractiva, es preparar este entrante en las mismas pieles de los aguacates. Hay que introducir de igual forma en el horno, hasta dorar.


El resultado es un bocado suave y delicioso. Muy agradable a la vista y al paladar.




Podemos acompañarlo con un poquito de limón, que como sabéis, aumenta considerablemente la absorción de hierro.




También para los papás, untado sobre tostadas, os resultará un bocado muy apetitoso.


Un abrazo mamis y un abrazo niños. Marcela: ha sido un placer.

Hasta pronto.

Comentarios

  1. Queridisima Viena....no sabes con que gusto he leido este post....y como me ha emocionado al mismo tiempo....la sensibilidad esta en ti y se nota....eres capaz de transformar el momento en alegria....de seguro que pruebo esta receta.....aguacate y bacalo es una maravilla.....gracias por tu aporte!!.......tu receta queda anotada y ya esta enlazada!!.....suerte en el concurso!!.....Abrazotes, Marcela
    Puedes ver el enlace aqui http://foodtravelandwine.blogspot.com/p/concurso-contest.html

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  2. Hola Viena:
    Levantarse temprano y leer su poético relato ha sido una delicia. Que bien describe al mundo, que nos lo cargamos, y como bien dice los niños especiales a pesar de las dificultades que tienen en este mundo, son un vinculo de unión en las familias. Me ha emocionado su escrito.
    De la receta que voy a comentar ¡EXCELENTE!, me quedo con la segunda versión horneada en la piel del aguacate.
    ¡Que suerte tenemos que comparta cosas tan deliciosas, comenzando con sus introitos y con el resto de la receta.
    Que pase un buen día.
    Saludos

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  3. Bravo por Gesto Oscar, maravilloso relato Viena, tienes una imaginación que ya quisiéramos muchos, y una forma de contarlo bellísima. Desde luego el mensaje con el que me quedo es que los hombres somos unos 'grandullones con cerebro de alcornoque', y que en el fondo, si tuviéramos un poco más de sensibilidad, gracias a los pequeños gestos (grandes en el fondo) cambiaríamos el mundo, no podemos estar más de acuerdo.

    Aguacate cocinado, no es fácil de ver en la red y desde luego es un matiz que pocos hemos probado, y bueno, es sólo cuestión de comprar bacalao y este fruto y degustar esto que a priori se me antoja como un manjar.

    Un saludo y feliz jueves.

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  4. Que interesante combinación, la verdad es que no se me hubiera ocurrido nunca la mezcla.

    Saludos

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  5. Qué presentación tan espectacular del plato, muy original receta.
    En cuanto al relato, ciertamente muchas voces bine interesadas predican la inocuidad de nuestro daño a la tierra, otras voces más zafias que el mundo está allí para utilizarlo a nuestra conveniencia... pero me pregunto ¿es nuestra conveniencia? Solo la de unos pocos. Tenemos que unirnos en gestos y gestos.
    Saludos

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  6. Que bella historia y que pena Viena que se desprecie tan gravísimamente a la Gran Madre ¡que error! y lo peor es que es una relaidad.
    Una receta buenísima con lo que gusta el bacalao
    Bsos

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  7. Viena que cuento tan maravilloso, me ha encantado. Desde luego que nos hace reflexionar sobre lo que estamos haciendo.
    Me ha parecido una receta muy apropiada para el concurso que organiza Marcela. Una muy buena idea, además deliciosa.

    Besitos cielo,

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  8. Oh, Viena, qué poètica que estas hoy!!!!
    Me ha emocionado tu cuento dedicado a los niños especiales. Realmente el mundo necesita a estos niños, porque nos ayudan a dar lo mejor de nosotros. Hace unos años oí un comentario a una chica embarazada que me dio qué pensar. Le habían preguntado qué haría si tuviera un nño "diferente de los otros", y respondió: Quererlo mucho más!

    hoy me quedo con tu cuento, porque me ha encantado!!!
    Los aguacates no me acaban de gustar...

    Muchos besos, a ti y a todos los niños especiales del mundo que nos hacen un munco mejor!!!

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  9. Viena quiero que me cuentes historias como esa antes de irme a trabajar, quiero volver a ser un niño (lo estoy intentando)... y quiero disfrutar de ese delicioso bacalao que nunca se me habría ocurrido hacerlo con aguacate. Gracias por estar ahí.

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  10. No me da hoy tiempo de leer la historia. Pero la tengo pendiente.
    Este bacalao con aguacates, original y rico, rico.
    Besos

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  11. Querida Viena, Agradezco enormemente haberte conocido. Primero a través del blog, después en un suspiro de un día que pasaste por Madrid. porque gracias a conocerte, puedo disfrutar de estos relatos que nos escribes y que no dejan de ser una verdad. Tu forma de expresarlo, la delicadeza que tienes, toda esa sabiduría que demuestras me llena el alma y me faltan palabras.Dicen que las primeras sonrisas de los niños son los primeros frutos de la razón humana. Ojalá todos tengamos pequeños pensamientos de amor para que todos sonrían. Un beso enorme.

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  12. Delicioso el cuento. Y muy sugerente también este pastel de bacalao con aguacate.
    Dejáme compartirte mi "gesto" que somos muchos los que andamos aportando un espacio para se oigan las voces y se vean las imágenes.
    Un saludo:)
    Carmen
    http://youtu.be/6hH071WF_p8

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  13. Que bien escribes, Viena, que cuento tan bien contado. Casi se pueden oir las entonaciones de tu voz al relatarlo.

    Un abrazo

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  14. MARCELA: Gracias a ti por haber convocado un concurso que nos ha hecho mirar hacia esos niños.
    Un beso grande.

    APICIUS: Es todo un halago que me dedica con sus palabras y que le agradezco. Sé que estamos ahí, en ese claro del bosque, por eso nos entendemos, porque creemos en los gestos.
    Un abrazo.

    CARLOS: Lo mismo te digo, que a Apicius, sé que estamos ahí y que nos entendemos. Estoy cansada de escuchar a la gente decir que no podemos hacer nada, que somos muy poca cosa, porque yo creo en los gestos y creo que unidos, podemos cambiar el mundo. Hasta estas simples conversaciones y estos cuentos, son importantes para tomar conciencia.
    Gracias por venir y un beso grande.

    JOSE MANUEL: Seguro que te gustaría si lo probases. Un abrazo y gracias por venir.

    CLAUDIA: Totalmente de acuerdo, el llamamiento del cuento es ese, a unir nuestros gestos, porque unidos, somos más poderosos que todos los políticos de la tierra.
    Un beso y gracias por venir.

    MARIA: Gracias por tu visita. El deterioro de la tierra va con todos, no lo hacen solo los grandes. Los gestos son importantes, y la omisión, muy grave, ese es el mensaje.
    Un beso.

    SUNY: Gracias por venir a visitarme. Me alegro de que te haya gustado el cuento, si además hace reflexionar, estoy super contenta.
    Un beso.

    MARGARIDA: Yo me quedo con los muchos besos para los niños especiales. Una vez leí un escrito que me dejó una mamá de un niño especial, en el que se relataba lo que era tener un niño especial. Lo asemejaban a planear un viaje para ir a Londres, por ejemplo, y en el último momento, ir a Italia. Decía en síntesis, que lamentándose de no estar en Londres, la gente se perdía Italia, que era bellísima, no era lo planeado, pero era divina. Este era el resumen, también me emocionó.
    Un beso grande para ti y gracias por estar por aquí.

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  15. OTEADOR: Te contaré más cuentos si tu quieres, claro que si. Me gustan mucho tus palabras tan cariñosas, yo también te doy las gracias por estar ahí, creciendo mientras te haces niño.
    Un beso.

    ORQUIDEA: Gracias.

    ANNA: Tú si que me dejas sin palabras, pero qué cosas más bonitas me dices, por favor, estoy emocionada. A mi también me encanta conocerte, aunque tenemos que vernos de nuevo, el ratito que compartimos, me supo demasiado breve.
    Eres un encanto de mujer.
    Un beso grandote.

    CARMEN FUENTE: ¡Está sucediendo! noto la vibración de la tierra, como en el cuento, de esa concentración en el claro del bosque. Estamos ahí amiga.
    Un beso.

    SOROKIN: Viniendo de ti esas palabras, me halagan enormemente. Así fue escrito este cuento, de madrugada y entonando a los niños que están muy, muy atentos.
    Un beso grande y gracias por volver siempre.

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  16. Hola Viena cuñatai pora (jeje en mis siguientes entradas te vas a enterar que significa).
    Que gusto, que delicia leerte! Mientras iba leyendo la historia se dibijaba en mi cara una sonrisa como una niña.
    Me gusta muchísimo tu receta, y esa presentación está hermosa.
    Yo no soy mucho de aguacate, pero a mi esposo le fascina, asi que este plato se lo haré para él y verás que feliz se va a poner.
    Te mando un abrazo
    Rohaihu
    Gaby

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  17. Viena no dejas de sorprenderme, el cuento llega muy adentro, al niño que todos tenemos y que como Oteador nos resistimos a abandonar, queremos que siga en nosotros. De la receta que voy a decir, espectacular como todo lo que haces y encima con el bacalao de por medio con lo que me gusta.

    Un abrazo grandote e infantil.

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  18. Hermoso cuento; en nuestras manos están los gestos de la solidaridad,la compasión y la alegría.Si somos tantos los que creemos en la sonrisa de un niño,no está todo perdido todavía.
    Delicioso y muy original bacalao,perfecto para el concurso,suerte y un abrazo.

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  19. Que buenas recetas nos preparas siempre, esta tiene que estar deliciosa, solo ver las fotos ya se nota, un abrazo.

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  20. GABY: Querida amiga, recuerdo una canción que decía cuñatai y era una canción de amor, así que seguro que será una palabra bella.
    Me da mucha alegría verte por aquí, tu avatar ya lo tengo asociado a cosas buenas, a alegría, a amistad.
    Muchas gracias por venir y ¡Rohaihu! Sin duda.

    DELIKAT: Creo que somos muchos los que como niños nos gustaría sentarnos a escuchar historias de gestos valientes y de gnomos. Quizás en estos días no tengamos que andar muy lejos para escucharlas.
    Me alegro de que te guste la receta, a ver si un día me sorprendes y la haces. Por cierto ¿Como llevas el pan?
    Un abrazo y muchas gracias por venir.

    MIREN: Gracias por tu comentario, estoy de acuerdo contigo, no está todo perdido, yo creo en el ser humano, siempre he creido.
    Un beso grande.

    CATY: Hola, que alegría verte por aquí de nuevo. Esta receta sí está deliciosa y es tan sencilla de hacer, que merece la pena probarla.
    Un beso.

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  21. La sonrisa de los bebés especiales crean hadas y ponen nombre a gestos, que todos juntos pueden salvar el mundo quitándole esas espinas que tiene clavadas como púas de erizo....Emocionada estoy...

    Puri, eres una persona con "estrella". Me siento muy orgullosa de haberte conocido. Gracias a "tus gestos" has despertado en mí inquietudes dormidas, y por supuesto, no sólo en el ámbito gastronómico...

    Sobre la receta, pues es especial, como toda la entrada. Nunca he cocinado el aguacate, a lo más que he llegado es a un guacamole. El bacalao debe adquirir una gran cremosidad. Suerte en el concurso.

    Muchos besos

    Laura

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  22. VIENA DICE:

    Querida Laura, qué bonitas palabras me dedicas y con cuanto cariño. Tu si que me emocionas. Muchas gracias de corazón.
    Un beso.

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  23. Querida Viena la receta deliciosa pero el cuento ...ni te cuento
    Bellísimo y enternecedor,a pesar de lo que antes te conté voy a poner un par de esos hermosos aguacates en mi menú. Eres una aristaza. Besos

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  24. Querida Viena la receta deliciosa pero el cuento ...ni te cuento
    Bellísimo y enternecedor,a pesar de lo que antes te conté voy a poner un par de esos hermosos aguacates en mi menú. Eres una aristaza. Besos

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    Respuestas
    1. Gracias Sol, por tu comentario. Ya me contarás si te gustaron.
      Un beso.

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